Cuando hablamos de trademarketing, muchas veces pensamos en estrategias aplicadas a grandes marcas con alcance global. Sin embargo, esta disciplina tiene un impacto igual de potente en el comercio minorista. La clave está en adaptarla, llevándola al terreno de la proximidad y la experiencia directa con el cliente. Aquí, el trademarketing no es un lujo, sino una necesidad para mantenerse relevante.
Entender al cliente: la base del trademarketing
El conocimiento del shopper es el pilar sobre el que se construye cualquier estrategia de trademarketing. En un comercio minorista, este entendimiento va más allá de las grandes estadísticas: es casi un ejercicio de observación antropológica. ¿Qué buscan los clientes al entrar en la tienda? ¿Qué rutas suelen recorrer? ¿Qué productos les llaman más la atención? Estas preguntas tienen respuestas en los datos que genera el propio punto de venta: los productos más vendidos, los más tocados, y hasta las conversaciones que se generan alrededor de ellos.
Por ejemplo, un pequeño comercio puede identificar que sus clientes buscan más inspiración que precio, adaptando su propuesta en tienda hacia una experiencia más rica visualmente, destacando productos mediante displays temáticos.
Diseño del punto de venta: conectar antes de vender
En el comercio minorista, el espacio es limitado y, precisamente por eso, cada metro cuadrado debe estar diseñado con intención. No solo hablamos de funcionalidad, sino también de experiencia. El trademarketing convierte el punto de venta en un escenario donde cada detalle cuenta: la iluminación que invita, los colores que guían la vista, los aromas que complementan la experiencia.
El diseño del espacio no se limita a “dónde poner qué”, sino que busca responder a una pregunta más profunda: ¿cómo hacer que el cliente se sienta conectado emocionalmente con la marca desde el momento en que entra? Los pequeños comercios tienen una ventaja aquí: la cercanía. Aprovechar esa conexión natural con el cliente puede marcar la diferencia.
Promociones y la psicología detrás de la oferta
Una promoción no es solo bajar precios, es un mensaje. Por eso, en trademarketing, el diseño de promociones va mucho más allá de lo obvio. Una oferta bien diseñada puede resaltar el valor del producto y alinearse con las necesidades del cliente en ese momento. Por ejemplo, ofrecer descuentos en productos complementarios impulsa el ticket medio y, al mismo tiempo, da al cliente la sensación de haber descubierto algo.
La creatividad en promociones también puede incluir el storytelling: una oferta que cuenta una historia detrás de los productos puede aumentar el interés y, con ello, las ventas.
Multicanalidad: del escaparate al digital
El trademarketing multicanal ya no es una opción, es una obligación. Incluso un comercio local puede beneficiarse de las herramientas digitales para conectar con sus clientes más allá de las paredes físicas. Redes sociales, newsletters y hasta un WhatsApp Business pueden servir para llevar al cliente del mundo online al punto de venta.
Cada canal debe funcionar como un eslabón de una misma cadena. Por ejemplo, anunciar en redes sociales una promoción exclusiva en tienda crea un puente entre los dos mundos y genera tráfico físico.
Aspectos clave para trabajar el trademarketing en un comercio minorista:
- Conocimiento del shopper
Entender a tu cliente es fundamental. Analiza sus hábitos de compra, preferencias y qué factores influyen en sus decisiones dentro del punto de venta. - Enfoque en el punto de venta
Asegúrate de que el diseño y distribución de tu espacio comercial sean funcionales y atractivos. El trademarketing se centra en convertir el punto de venta en una experiencia que conecte emocionalmente con el cliente. - Promociones estratégicas
Diseña promociones que se alineen con las necesidades de tu cliente, destacando productos clave en el momento oportuno. - Sincronización de ventas y marketing
La coherencia entre tus esfuerzos de marketing (online y offline) y tus estrategias de ventas es esencial para maximizar resultados. - Dominio multicanal
Aunque seas un comercio local, aprovecha herramientas digitales para extender tu alcance y crear una conexión más profunda con tus clientes.